La leyenda de San Valentín


San Valentín era un sacerdote que vivía en Roma
en el siglo 3.

Claudio, que era el emperador de Roma en aquella época,
prohibió los matrimonios.
Creía que los solteros eran mejores soldados
porque no tenían ataduras.

San Valentín pensaba que esto era injusto
y celebraba matrimonios en secreto
para los jóvenes enamorados.

El emperador Claudio se enteró
y mandó llamar a Valentín a su palacio.
Valentín aprovechó el momento
para pedirle al emperador que se hiciera cristiano.
A Claudio no le gustó
y ordenó que le encarcelaran.

Cuando Valentín estaba en la cárcel, 
el oficial Asterius quiso reírse de él y ponerlo a prueba.
Le pidió que devolviera la vista a su hija Julia,
que era ciega.
Valentín aceptó y le devolvió la vista.

Asterius y su familia quedaron impresionados
y se hicieron cristianos.
Pero esto no libró a Valentín de la cárcel.
Al final, Claudio ordenó que lo ejecutaran el 14 de febrero.
La joven Julia plantó un almendro de flores rosas
junto a su tumba.
Por eso, estas flores son símbolo de amor y amistad.


Tener ataduras es estar muy unido a algo o a alguien. 
Ejecutar es matar a alguien que está preso.